Cáncer de piel

Esta semana he visto en la consulta varios casos de cáncer de piel, por lo que me apetece contar un poco más acerca de esta enfermedad, que en la mayoría de casos afecta a personas de edad avanzada pero a veces puede afectar a los jóvenes, en su forma más agresiva y mortal que es el MELANOMA.

A una jóven embarazada, llena de vida e ilusión,  nada me puede alegrar más al informarle que dentro de lo malo, su melanoma se ha cogido a tiempo y que está casi completamente curada. O a un abuelo muy angustiado, que venía con su hija y su nieta, cogerle de la mano y decirle que se quede tranquilo, que su tipo de tumor no le va a invadir otros órganos y que cuando se lo operemos estará curado.

Os animo a estar mejor informados para poder prevenir el cáncer de piel a través de buenos hábitos de protección solar y también saber detectarlo a tiempo, con lo que sin duda mejoraremos el pronóstico. Si hay algo que creo puedo hacer hoy es ofrecer información y así dar herramientas para mejorar nuestros conocimientos. Seguramente más de uno acabará el día de hoy mirando y revisando sus lunares en el espejo después de la ducha y mañana poniéndose su crema de protección solar en la cara. Con eso me puedo dar por satisfecha.

¿Como se produce el cáncer de piel?

Pues para explicar como se produce  el cancer voy a explicar algunas generalidades primero. La piel es el órgano más extenso del organismo y supone la primera barrera de defensa frente a agentes externos. Está formada por 3 capas : la epidermis, la dermis y el tejido celular subcutáneo. En cada una de estas capas se encuentran diferentes células con distintas funciones. Estas células, como cualquier célula del cuerpo humano, pueden proliferar, dividirse y crecer de manera descontrolada y acabar formando un tumor o neoplasia, cuyo comportamiento puede ser benigno o maligno. Por tanto, el cáncer de piel incluye un conjunto de diferentes neoplasias malignas que derivan de células de la piel. Como existen diferentes células en los 3 estratos cutáneos, tendremos distintos tipos de cáncer de piel. En general, se clasifican en dos grandes grupos: los cánceres que derivan de un tipo concreto de células de la piel, los melanocitos, al que llamaremos melanoma y en el otro grupo se engloban todo el resto de tumores malignos de la piel distintos del melanoma: que llamamos Cancer cutaneo no melanoma o lo veran con las signas CCNM

¿Cuáles son los tipos de cáncer de piel más frecuentes?

Los tipos principales de cáncer de piel son, el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular (que suelen afectar ambos a personas de mayor edad) y el tipo más grave, pero por suerte el menos frecuente, que es el melanoma, que puede afectar también a personas más jóvenes. Otros menos frecuentes: linfomas cutáneos, carcinoma de células de Merkel, sarcomas, tumores vasculares, metástasis cutáneas de otros órganos.

Un detalle importante es que el cáncer de piel, a diferencia de otros cánceres, que en general están ocultos a la vista, posee unos signos de alarma perfectamente identificables, tanto por la población general como por los profesionales de la salud. El conocimiento, divulgación e identificación de esos signos de alarma/sospecha está contribuyendo a una disminución de la mortalidad por cáncer de piel.

 ¿Y por qué se producen estos cánceres en la piel? ¿Cuáles son los factores de riesgo?

Podemos diferenciar dos grandes grupos de factores de riesgo, los que son intrínsecos de cada persona y por tanto no los podemos cambiar, como por ejemplo la edad o el sexo. Y por otro lado, los extrínsecos a los que externamente se encuentra cada persona expuesta, y que por tanto sí podemos evitar. Aunque varían según cada tipo de cáncer de piel, los más destacados son:

  • El factor de riesgo más importante implicado en el cáncer de piel es la exposición a los rayos ultravioleta que proceden de la luz solar. El grado de exposición depende de la intensidad de la luz y del tiempo que estemos expuestos. Las personas de edad avanzada que presentan una larga evolución de exposición a la luz solar durante toda su vida son las que más probabilidad tienen de padecer cáncer de piel. Sin embargo, también en algunos tipos de melanoma y de carcinoma basocelular, una exposición solar intermitente pero intensa y que además lleve a la quemadura solar supone también un importante factor de riesgo, sobre todo si la quemadura es durante la infancia o adolescencia. Otra forma de recibir rayos ultravioleta distinta a la luz solar natural también supone un factor de riesgo, como es la utilización de lámparas artificiales y cabinas bronceadoras.
  • Antecedentes familiares o en el propio paciente de algún tipo de cáncer de piel.
  • Enfermedades hereditarias que predisponen a cáncer de piel como xeroderma pigmentoso o síndrome de Gorlin, entre otros.
  • Exposición a otros agentes físicos como fuentes de radioterapia. Puede aparecer un cáncer de piel en un área corporal que haya sido previamente irradiada por enfermedad tumoral.
  • También estar recibiendo un tratamiento médico inmunosupresor o bien estar inmunodeprimido por algún tipo de enfermedad, puede predisponer al cáncer de piel, fundamentalmente al carcinoma basocelular.

Es muy importante evitar los factores de riesgo dentro de nuestras posibilidades. Es decir, no podemos cambiar nuestra genética ni dejar de tomar un tratamiento inmunosupresor si lo necesitamos. Pero sí podemos evitar la exposición solar intensa y utilizar medidas de protección (cremas fotoprotectoras, gafas, sombrero). Y sobre todo, estar alerta ante nuevas manchas en la piel o cambios en las previas mediante una autoexploración  sistemática de manera regular, para que si ocurre, podamos captarlo a tiempo.

¿Es realmente tan frecuente el cáncer de piel?

Sí es muy frecuente. Sería interesante destacar que el cáncer de piel es la forma más frecuente de cáncer en la población general de piel blanca. Podríamos decir que 1 de cada 6 es el número de personas que acabará padeciendo un cáncer cutáneo a lo largo de su vida. Si nos vamos al melanoma, España es de los países que menor tasa de melanoma tienen, debido a un fototipo habitualmente más alto que el de otros países, es decir personas con un color de piel más oscuro. Australia, donde la piel es clara, tiene una incidencia 5 veces superior a cualquier país de Europa.

¿Qué podemos decir del MELANOMA?

El melanoma se considera como la variedad más grave de cáncer de piel porque es muy invasivo y tiene gran capacidad de generar metástasis. Además suele afectar a personas jóvenes. Se estima que el melanoma produce un 75% de las muertes asociadas al cáncer de piel. Pero a pesar de estos datos alarmantes, debemos tener en cuenta que  el melanoma, si se diagnostica de forma precoz, tiene un 100% de posibilidades de supervivencia, que el 75% de los melanomas son de bajo riesgo (siempre que haya un diagnóstico precoz), pero que si profundiza y llega al tejido subcutáneo, a los diez años la supervivencia del melanoma es del 40%. El único tratamiento efectivo es la resección quirúrgica del tumor primario antes de que logre un grosor mayor de 1 mm.

 ¿Cómo reconoceríamos un melanoma?

El melanoma es un tumor pigmentado, generalmente de color negro y aunque hay varios subtipos, la variedad más frecuente se reconocería por los signos ABCDE del melanoma. Estos son los signos de alarma a los cuales debemos estar atentos, ya que la detección temprana es el principal factor para el éxito del tratamiento contra el melanoma.  La A corresponde a la Asimetría (si se trata de una mancha Asimétrica), la B a los Bordes irregulares, La C al Color (si tiene varios tonos de color marrón, negro, rojo), la D al Diámetro mayor de 6mm y la E se refiere la Evolución o al crEcimiento, si la lesión ha crecido o ha cambiado en el último tiempo.

 ¿Los otros tipos de cáncer de piel cómo se reconocerían?

El carcinoma basocelular o carcinoma de celulas basales o basalioma,  suele ser un nódulo o un bultito de superficie brillante como perlado, a veces con pequeñas venitas en la superficie, aunque puede aparecer de diferentes formas clínicas. En general, toda lesión rosada aunque sea asintomática, que no acaba de curar de manera espontánea, de larga evolución, que aumenta de tamaño paulatinamente y que puede sangrar con facilidad y presentar zonas de ulceración o costra, sobre todo si aparece en zonas fotoexpuestas, debería ser consultada a un dermatólogo para valoración. El carcinoma basocelular  es el tumor maligno más frecuente de la raza humana. Afecta predominantemente a personas de piel clara, ojos claros y pelo rubio. Sin embargo, es tan frecuente, que lo puede padecer cualquier persona y a cualquier edad, aunque es más frecuente en personas de edad avanzada, como la mayoría de tumores malignos. Su crecimiento es lento y su comportamiento no es agresivo, no suele diseminarse ni metastatizar a ningún otro órgano. Pero sí presenta invasión local pudiendo dejar grandes cicatrices, secuelas y alteraciones funcionales. En general, el tratamiento suele ser quirúrgico, es decir se opera, y esto lo erradica por completo y suele ser curativo en la mayoría de las veces. El pronóstico generalmente es muy bueno.

El carcinoma epidermoide o espinocelular es el segundo tumor cutáneo más frecuente. Afecta fundamentalmente a personas de edad avanzada y que hayan presentado una constante exposición solar a lo largo de su vida. Suele presentarse como un tumor que crece más rápidamente y se ulcera y sangra, sobre todo en zonas fotoexpuestas como cara y dorso de las manos. Puede invadir los ganglios linfáticos y diseminarse a distancia, por eso su diagnóstico precoz es importante. Se trata de una lesión cutánea de rápido crecimiento en zonas fotoexpuestas, ulcerada o con costra, en persona de edad avanzada debe ser valorada por un dermatólogo. Existe una forma de lesión precancerosa que son las queratosis actínicas, las cuáles son pequeñas lesiones planas de color rosado que se “pelan” al rozarlas y aparecen sobre todo en frente, nariz, mejillas y dorso de las manos. Deben ser tratadas también por un especialista dado que tienen capacidad de malignizar.

Independientemente del tipo de cáncer de piel, es importante concienciarse de que la sobreexposición solar está detrás de la mayoría de los tipos de cáncer de piel, y por eso debemos protegernos adecuadamente del sol para prevenirlo.

 ¿Cómo debemos protegernos correctamente del sol?

Se debe aplicar la crema de protección solar con un factor elevado de 50 (como mínimo 30) media hora antes de exponerse al sol y volver a aplicarlo cada 2 horas y después de cada baño en playa o piscina. Además de la crema de protección solar se debe proteger la piel y los ojos con medidas físicas como gorra, camiseta, gafas. Es aconsejable buscar la sombra y no exponerse al sol en las horas centrales del día (entre 12 y 16 horas). En el caso de los niños hay que extremar todas estas medidas de protección. Cuando la piel se pone roja después de la exposición solar, eso significa que se ha quemado y con cada quemadura solar aumenta el riesgo del cáncer de piel. Por eso es tan importante llevar a cabo estas sencillas medidas de protección para evitar las quemaduras y dejar que la piel se acostumbre al sol de forma gradual.

 ¿Y como se trata el cáncer de piel?

A nivel general, la cirugía es el tratamiento de elección de la mayoría de los cánceres de piel. Fundamentalmente en el melanoma es el primer tratamiento a realizar, además de la extirpación del melanoma después se realiza una segunda cirugía que consiste en ampliar los márgenes de seguridad. En algunos tipos de cáncer, como en el carcinoma basocelular, en situaciones concretas, se puede realizar una cirugía micrográfica controlada como es la cirugía de Mohs, con menores tasas de recidiva. En carcinoma basocelular existen otras formas de tratamiento equiparables a la cirugía como son la terapia fotodinámica y tratamiento tópico con imiquimod. En algunos casos, fundamentalmente en melanoma o en carcinoma epidermoide, puede que se realicen tratamientos combinados además de la cirugía, con radioterapia y/o quimioterapia.

El tratamiento a seguir depende no sólo del tipo de cáncer si no del estadio de éste al diagnóstico. En la mayoría de los casos con la cirugía es suficiente. Siempre será su dermatólogo quien le explicará el tratamiento más adecuado para cada caso.



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