19 Feb Virus del Papiloma Humano (VPH) – Parte 1
El VPH es un tema muy actual que causa mucha preocupación entre la población general y especialmente entre la gente joven. En la consulta lo vemos con relativa frecuencia. Para dar cierta información general y aclarar dudas al respecto va este post.
¿Qué es el Virus del Papiloma Humano, y cómo nos afecta?
Como su nombre indica se trata de un Virus, que es un pequeño microorganismo, que cuando nos contagiamos nos infecta la piel y las mucosas. Se le denomina más popularmente VPH, por sus siglas o incluso HPV de las mismas siglas en inglés. Y en realidad no podemos hablar del virus en singular, sino que nos debemos referir a él en plural, porque forman una gran familia de virus, de los cuales hay descritos actualmente más de 150 tipos o “serotipos” que les llamamos nosotros.
Su mayor importancia radica en que los VPH pueden causar a largo plazo un cáncer. Los virus se clasifican en dos grupos principales, de alto o bajo riesgo oncogénico, en función de su comportamiento y de las lesiones que producen. Así, generalmente los virus de bajo riesgo nos causan en su mayor parte verrugas, y en cambio los de alto riesgo nos producen lesiones precancerosas, sobre todo a las mujeres en el cuello del útero.
¿Cómo se contagia una infección por Virus del Papiloma Humano?
Es una infección cuya transmisión se produce principalmente por el contacto sexual. Es decir, manteniendo relaciones con una persona que es portadora de algún serotpio de VPH. Hay una gran proporción de la población sexualmente activa que es portadora asintomática en algún momento de su vida. Además, desde el momento del contagio hasta la aparición de síntomas pueden pasar meses durante los cuales se continúa contagiando sin saberlo.
Afortunadamente la mayoría de los virus pasan unos meses en nuestro cuerpo sin dar ningún síntoma, y nuestro propio sistema inmune consigue eliminarlos. Pero algunas veces esto no ocurre y dependiendo del tipo de virus que sea podrá causar la aparición de verrugas o lesiones más importantes. Si se trata de un virus de bajo riesgo suele producir verrugas, que aparecen sobre todo en la zona genital y pueden ser desde muy pequeñas casi indetectables hasta más grandes y visibles que llamamos condilomas acuminados. Las verrugas genitales no son dolorosas, pero sí pueden resultar molestas, y sobre todo que si no se tratan se van extendiendo y creciendo. En cambio si se trata de un virus de alto riesgo nos puede causar lesiones en el cuello del útero, que si no se detectan a tiempo con los años puede acabar produciendo un cáncer.
¿Los hombres también pueden sufrir una infección por VPH?
La infección por VPH afecta tanto a hombres como a mujeres. Es una infección que tiene una asociación muy importante con el cáncer de cuello uterino, y por eso se relaciona más frecuentemente con la mujer, pero no hay que olvidar que también produce verrugas y cáncer en otras localizaciones del cuerpo como la vulva y vagina, pene y ano, incluso en la boca y garganta, tanto en hombres como en mujeres.
¿La infección por VPH tiene tratamiento?
Lo que tratamos habitualmente no es la infección como tal, lo que tratamos son las consecuencias que produce la infección por el virus. Así, en el caso de las verrugas se pueden tratar con distintos fármacos en cremas o líquidos o incluso con láser, crioterapia, escisión quirúrgica o electrocoagulación. Las lesiones precancerosas requieren un seguimiento más estrecho por parte del ginecólogo en el caso de la mujer y si se trata de lesiones de alto grado o más importantes hay que intervenir antes de que se conviertan en un cáncer invasor.
¿Cómo podemos prevenir el contagio?
La transmisión del virus es básicamente por vía sexual. Por tanto la conducta sexual que tengamos es lo que más va a influir en el proceso de contagio e infección. Los factores de riesgo principales son el inicio precoz de las relaciones sexuales, tener múltiples compañeros sexuales, que tu pareja tenga o haya tenido múltiples compañeros sexuales, el tabaquismo, y tener alguna enfermedad que nos deprima el sistema inmune, por ejemplo el VIH. Está demostrado que el uso sistemático del preservativo es lo que puede reducir, aunque no prevenir totalmente el riesgo de transmisión entre parejas sexuales. En definitiva, a mayor promiscuidad y menor uso de preservativo, más riesgo de contagio.
¿Qué hacer en caso de contagio?
En el caso de contagio debemos consultar al especialista. Si aparecen verrugas en la zona genital, las mujeres suelen consultar a su ginecólogo y los hombres al dermatólogo o a su médico de cabecera. Recordemos que las verrugas tienen tratamiento y de hecho se deben tratar para evitar su crecimiento, diseminación por más partes del cuerpo y su contagio a la pareja sexual. Además las lesiones que producen los virus de alto riesgo en su mayoría son asintomáticas por lo tanto se descubren como hallazgos casuales durante la práctica de una citología cérvico-vaginal en una revisión ginecológica rutinaria.
En la segunda parte del post trataremos sobre las citologías y la prevención.