Melanoma: un cáncer de piel que se puede prevenir

¿Qué es el melanoma?

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que deriva de los melanocitos, las células que dan pigmento a nuestra piel. Puede surgir de un lunar que cambia, o espontáneamente en la piel, o en otros tejidos. Este tumor maligno crece en la piel hacia los costados y hacia abajo, profundizando, pudiendo llegar a los vasos linfáticos o sanguíneos y de ahí viajar por el organismo y metastatizar otros órganos como pulmón, hígado o cerebro. Su grosor en mm, (el Breslow) que se mide al analizarlo al microscopio, es un factor pronóstico muy importante, por lo cual conviene detectarlo lo antes posible. Cuanto más fino sea, aumenta la probabilidad de supervivencia, y cuanto más grueso sea, habrá mayor riesgo de metástasis. Por eso la detección precoz es fundamental. Al operarlo, posteriormente se suele realizar una ampliación de márgenes, para asegurarnos de que no quede ningún resto de tumor en la piel. Y si es más grueso, (> o igual a 0,8mm de Breslow) se puede realizar una prueba diagnóstica llamada biopsia del ganglio centinela, para averiguar si han llegado células malignas a la región linfática más próxima.  

Imagen clinica y dermatoscopica de un melanoma
Imagen clínica y dermatoscópica de un melanoma

¿Y cómo hacemos una detección precoz del melanoma?

Es muy importante la autoexploración, es decir conocer tu piel y tus lunares y revisarte de forma periódica. La piel nos recubre y se ve fácilmente, lo cual es una gran ventaja, frente a la detección precoz de otros cánceres. Lo puedes hacer una vez al mes y puedes pedir ayuda a algún familiar y también utilizar un espejo para zonas más inaccesibles como la espalda, plantas de los pies o detrás de las orejas.

Los signos de alarma son los del ABCDE del melanoma. Es una regla sencilla que te puede alertar sobre cambios sospechosos en un lunar:

✅ A – Asimetría

✅ B – Bordes Irregulares

✅ C – Colores varios

✅ D – Diámetro mayor de 6mm

✅ E – cambios en la Evolución.

Si estos cambios le ocurren a un lunar normal, puede convertirse en un lunar atípico o displásico. Si esos cambios progresan, la lesión puede convertirse en un melanoma. Lo ideal es detectarlo a tiempo y extirparlo, y no esperar a que esos cambios vayan a más. Si has notado cambios en algún lunar no dudes en consultarlo con tu médico de cabecera o con tu dermatólog@ de confianza.  De ahí la importancia de la detección precoz manteniendo tus revisiones anuales de lunares con tu dermatólog@ y además siempre con dermatoscopia.

Regla ABCDE del melanoma
Regla ABCDE del melanoma

¿Qué es el dermatoscopio?

El dermatoscopio, es un instrumento con luz polarizada, que amplía lo que vemos. A los dermatólogos nos ayuda en el correcto diagnóstico de las lesiones pigmentadas, y en especial nos ayuda a descartar el melanoma. Siempre veréis que lo tenemos a mano en el bolsillo o colgado del cuello. También existe la dermatoscopia digitalizada, llamada Molemax o Fotofinder, con registro fotográfico y software que nos ayuda a hacer fotos macroscópicas de zonas corporales y fotos dermatoscópicas de los lunares y mejorar así su seguimiento en personas de mayor riesgo.

Dermatoscopio de mano
Dermatoscopio de mano
Imagen clínica y dermatoscópica de un lunar sin signos de alarma
Imagen clínica y dermatoscópica de un lunar sin signos de alarma

¿Y cómo podemos prevenir el melanoma?

El exceso de exposición solar y las quemaduras solares en época estival aumentan el riesgo de todos los tipos de cáncer de piel, incluido el melanoma. Y sobre todo las quemaduras solares en la infancia, aumentan este riesgo, ya que la piel en los niños no es capaz de reparar los daños ocasionados por la radiación ultravioleta en el ADN celular. El tabaco es al pulmón, igual que el exceso de sol a nuestra piel. Igual que evitas el tabaco para tener menos riesgo de cáncer de pulmón, entre otros muchos cánceres, puedes evitar el exceso de sol.

Recomendamos utilizar crema de protección solar #FPS50+ media hora antes de la exposición solar, aplicada de forma generosa y homogénea sobre toda la piel seca. En la cara podemos usarla incluso todos los días del año para evitar el fotoenvejecimiento. También debemos reaplicar cada dos horas la crema o después de cada baño o después de hacer deporte y sudar.

Evita exponerte al sol en verano entre las 12h y las 17h. Evita las quemaduras solares buscando la sombra. Evita las cabinas de rayos UVA, ya que se ha demostrado mediante estudios científicos que su uso aumenta el riesgo de cáncer de piel. Además, utiliza medidas físicas de protección como gorra o sombrero, camiseta y gafas de sol homologadas. Evita tomar el sol durante horas con intención de ponerte moreno. Ten en cuenta que la piel se broncea para formar un escudo y defenderse de la radiación ultravioleta, así que NO existe el bronceado saludable. De todas formas, si te gusta puedes conseguir un tono bronceado de manera más progresiva utilizando FPS 50+ sin dañar tu piel. Y otra opción a valorar es el uso de los autobronceadores que mediante una reacción de oxidación en las capas más superficiales de la piel consiguen una coloración similar al moreno.

Crema de protección solar Heliocare 360º Pediatrics FPS50+ de Cantabria Labs
Crema de protección solar FPS 50+

Siempre #confiatupielaldermatologo. ¡La autoexploración y detección precoz son fundamentales para mejorar el pronóstico de un melanoma si lo tuviéramos, pero igualmente importantes son las correctas medidas de protección solar para su prevención!

Diferencias entre el parto vaginal y la cesárea

¿Parto vaginal o Cesárea?

«Yo firmaría ya para que me hicieran una cesárea!!» Cuántas veces escuchamos los ginecólogos frases parecidas…

Hace un par de días en la consulta estaba viendo a una paciente embarazada de su segundo hijo, cuyo embarazo anterior había acabado en una cesárea por estar el bebé colocado de nalgas. Tuvo una cesárea sin complicaciones y una recuperación normal. Venía acompañada de su hermana, quien había tenido dos partos vaginales rápidos y buenos pero con recuperaciones dolorosas de más de un mes debido a su mala cicatrización de los puntos en el periné, y una operación abdominal anterior a los partos por un quiste ovárico con una recuperación estupenda. Por lo tanto, las dos hermanas coincidían en la opinión de que la cesárea era maravillosa.

Es verdad que nuestras propias experiencias y las de los que nos rodean nos condicionan mucho, pero objetivamente y si todo transcurre con normalidad, un parto vaginal siempre es preferible antes que una cesárea.

El parto vaginal tiene innumerables ventajas. Es lo más natural y la vía fisiológica de finalizar un embarazo. La recuperación suele ser muchísimo más rápida.

Bebé tomando el pecho
Bebé tomando el pecho

Una cesárea, no nos olvidemos de que es una intervención quirúrgica, con mayor riesgo de complicaciones derivadas de la propia cirugía, como la infección o la hemorragia, mayor riesgo de lesión de órganos vecinos como la vejiga, y una recuperación mucho más lenta y dolorosa aunque sea un postoperatorio normal.

Bebé recién nacido en una cesárea en el hospital
Bebé recién nacido tras una cesárea

En un parto vaginal es más fácil realizar el contacto piel con piel entre madre e hijo desde el principio, lo cual favorece el vínculo y la subida de leche que suele ser más rápida. Para el bebé también es más beneficioso pasar por un canal del parto que le ayuda a exprimir el tórax y liberar las secreciones de su vía respiratoria, y favorece la colonización de bacterias de la flora habitual materna para su sistema inmune y su salud futura.

La cesárea siempre es la vía alternativa al parto vaginal, y es un indicador de buen manejo obstétrico si un servicio de Ginecología no supera la tasa del 20% de cesáreas. Los ginecólogos somos grandes defensores del parto vaginal y por lo tanto, hacemos las cesáreas gustosos, pero siempre y cuando estén indicadas y justificadas.

En algunos países menos desarrollados la tasa se dispara porque resulta más rápido y barato programar cesáreas que tener personal pendiente de la dilatación y evolución de los partos vaginales que suponen mucho más tiempo y esfuerzo…. y solo paren las mujeres que llegan al hospital pariendo. En cambio en otros países muy desarrollados la tasa también se dispara pero porque se hacen muchas sin indicación médica, a petición de las pacientes.

Aquí somos unos afortunados. Tenemos medios, buen criterio ético y profesionales bien cualificados para atender los partos, tanto en la sanidad pública como privada. Y opino que el mejor sitio para un parto siempre será un hospital y no un domicilio.

Bebé recién nacido en una cuna del hospital
Bebé recien nacido en un hospital

Es verdad que la inmensa mayoría de partos transcurren con normalidad, pero hay un pequeño porcentaje que se complica, y dado que esos casos son en su gran parte imprevisibles, lo más sensato es que transcurran en un ambiente hospitalario donde estén disponibles todos los medios necesarios. Nunca se sabe si necesitaremos una reanimación pediátrica, una cesárea urgente o transfusiones sanguíneas por una hemorragia postparto. ¡Y en estos casos cada minuto vale oro!

Yo he tenido mucha suerte con mi experiencia personal, sin ningún contratiempo, y además puedo aportar las dos versiones de parto. Hace casi tres años la vida me regaló a mi primer hijo. Fue un embarazo maravilloso que finalmente acabó en una cesárea porque el niño estaba sentado y no conseguimos que se colocara de cabeza a pesar de intentar la versión externa cefálica. La intervención y posterior recuperación no tuvieron complicaciones, aunque emocionalmente viví la cesárea con cierta frustración y los primeros días los recuerdo con mucho dolor. Tardé más de una semana en poder caminar erguida y en sentirme recuperada casi un mes. Por supuesto la inmensa felicidad de la maternidad lo compensó con creces.

Primero embarazo de la Dra. Karolina Hoffner
Primer embarazo de la Dra. Karolina Hoffner

En el segundo embarazo, la niña estuvo siempre correctamente colocada y terminó en un parto espontáneo precioso. Tras recuperar la movilidad por la analgesia epidural, a las tres horas ya estaba de pie moviéndome perfectamente y en los días posteriores los puntos cicatrizaron estupendamente.

Y como me ocurrió a mí, muchas veces se puede tener un parto vaginal después de una cesárea. En mi caso no hay punto de comparación entre las dos experiencias…. aunque en ambas tuve la suerte de estar en mi segunda casa, el hospital donde me he formado y trabajo, y muy bien acompañada y asistida por mis compañeras, el parto fue infinitamente mejor que la cesárea.

Yo, como ginecóloga y ahora como madre, a diferencia de mi paciente diría: «dónde hay que firmar para asegurar un parto vaginal!!!!!»